Y menos para Elvis. Es como Gardel, inmortal, cada día se crece y canta mejor. Joven, viejo, gordo, flaco, decadente o como fuera, el chico de Tupelo fue y sigue siendo el más grande. Los excesos acabaron con su vida prematuramente, pero quizá fue mejor eso que verlo en una caida gradual a lo Sinatra, arrastrándose por los escenarios más allá de los 65. Y además de eso, sigue siendo un buen negocio. Que se lo pregunten a Priscilla...
Salud Rey...............te imagino cantando a duo con Gardel.
jueves, 16 de agosto de 2007
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